
Cuando nos planteamos un cambio de imagen o la nueva apertura de un negocio, nos surgen dudas como ¿Qué mobiliario es el más adecuado para mi producto? ¿Cómo organizo mi local? ¿Qué imagen me gustaría expresar?
Para ello a continuación exponemos varias pautas sobre las que guiarnos.
El mostrador es una pieza fundamental en nuestra tienda, en él el cliente pasa sus últimos momentos y es la última imagen que se llevará de nosotros.
Además de su imagen, en él se cierran las ventas, establecen contacto los empleados y clientes, y se pueden generar ventas por impulso a última hora.
Por todos estos motivos, debemos otorgarle esa importancia y tomarnos un tiempo antes de decantarnos por un modelo u otro.
¿Dónde es mejor colocarlo?
Locales pequeños, lo recomendable es situarlo al fondo del espacio comercial, siempre manteniendo una visibilidad apropiada, pero no adquiriendo el mayor protagonismo, ya que queremos que el cliente realice el recorrido de compra y vea nuestros productos. Una buena técnica es situar delante mobiliario central bajo que no reste visibilidad.
Locales grandes, al disponer de un mayor espacio ubicaremos el mostrador en la zona central, una zona muy potente para poder tener visibilidad de toda la tienda y conseguir acercamiento al cliente.
Fast sales, en locales pequeños, en este tipo de negocio es una buena opción ubicar el mostrador cerca de la entrada en el lado izquierdo, así facilitamos la cercanía y producimos un efecto de compra rápida al influenciar psicológicamente al cliente de ello. Entrada-visión productos-venta-salida.


El tamaño del mostrador más idóneo para nuestro local dependerá de factores como:
¿Queremos que exponga producto?
¿Cuantos TPV instalaremos?
¿Qué vamos a almacenar en él?
Una vez tengamos claros estos aspectos podremos definir el tamaño. Siempre tenemos que tener en cuenta que el mostrador es un elemento importante en nuestra imagen de negocio pero nunca deberemos sobrepasarnos y restar lineal de producto innecesariamente. Existen mostradores creativos y realmente Llamativos que son considerablemente reducidos.
Existen diversos tipos de mostrador standard, de los cuales podríamos dividirlos en:
Mostradores expositivos, normalmente se utilizan diversos materiales cómo cristal-madera, con el fin de exponer los productos en la parte de cristal, dotándolos de protagonismo un poco más “elevado del resto” o, si es el caso de alimentación, por higiene.
También podemos encontrarlos sin cristal, pero la intencionalidad es destinar un espacio del mostrador para implantar el producto deseado.


Mostradores de recepción o informativos, son mostradores que no exigen exposición, son cerrados en su gran mayoría, visualmente más limpios. En ellos no se suele exponer gran cosa, pero podemos llegar a introducir artículos pequeños para generar compra por impulso, pero que no resten ni carguen el espacio.


Veamos ejemplos de tipos de mostradores dependiendo de su producto/servicio.
Mostradores de tiendas de ropa, zapaterías, accesorios, hogar.


Mostradores de tiendas de alimentación, cómo panaderías, cafeterías o tiendas gourmet.


Mostradores de peluquerías, estéticas y barberías.


Mostradores de hostelería, como podemos ver en muchas recepciones de hotel, son informativos en su gran mayoría, ya que no suelen utilizar el recurso expositivo.


Mostradores de farmacias, estos mostradores habitualmente los vemos de manera más individualizada, y cada vez más modernos y actuales.


Fuente imágenes: www.pinterest.es, www.behance.net